Un joven e intrépido astronauta, absolutamente convencido de que hay vida en Marte, viaja en solitario al planeta rojo. Lleva consigo unas magdalenas de chocolate para regalárselas a quien encuentre.
Sin embargo, ante él solo ve el cielo negro, rocas y arena. ¿Estaba completamente equivocado? No se le habrá pasado algo por alto, ¿verdad?
Con un travieso sentido del humor y unas encantadoras ilustraciones, Jon Agee nos anima a perseguir nuestros sueños, por imposibles o leianos que parezcan, pero isin dejar de prestar atención a lo que nos rodea!