Hoy en día conocemos sobre la importancia de manejar el inglés, en cualquier ámbito de nuestra vida. Está comprobado que cuanto antes comenzamos su aprendizaje, más fácil nos resulta adquirirlo.
Una buena estrategia para que nuestros niños aprendan inglés de manera natural, entretenida y eficaz, es leerles cuentos en dicha lengua. 
A través del contacto con cuentos en inglés aprenden espontáneamente vocabulario, estructuras gramaticales, pronunciación, etc.
Además de compartir un momento divertido juntos, favoreceremos su interés por esta lengua, y la motivación por descubrirla. Los niños se familiarizan con sus conceptos sin miedos.
Podemos estimular su comprensión, memorización, oralidad, sin darnos cuenta.
Los niños poco a poco se sentirán confiados y comenzarán a nombrar ellos las partes de cuento, animándose a hablar inglés.
Como siempre decimos, el momento de la lectura debe ser placentero para todos. Podemos dejarles elegir el cuento y el lugar para leerlo. 
Es mejor leer pausado, señalando las imágenes de las palabras. Al principio podemos traducirlos. 
Es fundamental resaltar el vocabulario que queremos enseñarles y animarlos a repetirlo, haciéndolo de manera divertida.
No olvidemos cambiar los tonos de voz acordes a los personajes y situaciones!
Es importante leer varias veces el mismo cuento, para que lo comprenda y memorice.
Es importante que los libros de cuentos en inglés:
• Contengan llamativas ilustraciones, con imágenes del vocabulario que pretendemos transmitir.
• Relaten historias entretenidas, que motiven a los niños a escuchar y atender.
• Se refieran a situaciones cotidianas que los niños puedan relacionar con sus vidas, o cuentos que ya conozcan en su lengua materna para que puedan vincularlos y asociarlos.
• Puedan ser manipulados por los niños, lo que genera mayor autonomía y predisposición a aprender.
• Breves y simples al principio, más completos cuando los niños ya dominen cierto vocabulario.
Con repeticiones, rimas, cadencia, que ayuden a la memorización de frases o palabras.