Sin dudas tener un hermano es grandioso, pero adaptarse a la nueva vida no es sencillo.
Es complicado para los adultos como padres, porque el cansancio físico se hace notar, y porque hay que encontrar una nueva manera de organizarse que lleva su tiempo. Y también es muy difícil para los niños, ya que su mundo cambia por completo de un momento a otro. Se sienten desorientados, intentan que las cosas vuelvan a ser como antes, se enojan, se angustian.
¿Cómo ayudarlos a llevar esta etapa?
Podemos empezar a prepararlos desde el embarazo. Los cuentos sobre la llegada de un hermanito son de gran ayuda. Recomendamos algunos de ellos que tratan el tema de manera empática y respetuosa.
Es cierto que el nuevo integrante demandará mucho tiempo a sus padres, por eso es bueno involucrar a los pequeños como hermanos mayores en los cuidados del bebé. Pueden colaborar en el baño, cuando se les cambia el pañal, alcanzando cosas que se solicitan, o incluso cantando para que se calmen.
Es muy común que cuando se acercan al bebé los adultos expresen cosas como “no le toques la cabecita”, “le vas a hacer mal”, “se te va a caer”. Este tipo de frases los pone más nerviosos, los irrita. En cambio, si somos son un poco más comprensivos y les muestran cómo tratarlos diciendo “sostenelo así”, “tocalo despacito”, “podemos jugar con ella si la acostamos de esta forma”, seguramente los niños estén más predispuestos a colaborar y se sientan más confiados.
Es importante que los papás verbalicen las emociones que los niños no logran poner en palabras. “Te sentís triste porque hace rato que estoy haciéndola dormir y no estoy con vos” o “te enoja que deje de jugar con vos para cambiarla”. Siempre ayuda sentirse comprendido.
En cada oportunidad que tengan en el día es crucial aprovechar para expresarles cuánto se los quiere: con palabras, besos, abrazos, mimos…
Y por último, es fundamental tratar de buscar cada día un rato, media hora, para estar a solas con el niño. Sin amigos, primos, otros hermanos, ni el bebé. Los dos solos, un rato con papá y un rato con mamá. Jugando, sin reglas, sin tiempo, sin retos.
Algunos cuentos que nos pueden ayudar en este aprendizaje son:
El niño nuevo
Autor: Lauren Child
Editorial: Juventud
Elmore Green, como muchos otros niños, empezó su vida siendo hijo único.
Tenía una habitación solo para él, y todo lo que había en ella era suyo.
Sus padres creían que él era el niño más adorable del mundo. Pero un día, todo cambió…
El huevo del pequeño Búho
Autor: Debi Gliori
Editorial: Corimbo
La mamá del Pequeño Búho ha puesto un huevo. Pero el Pequeño Búho dice que mamá no necesita ningún otro bebé búho, lo tiene a él. ¿Tal vez sea un bebé pingüino... o cocodrilo... o dragón? Pero ninguna de estas posibilidades les convence realmente. Quizás, al fin y al cabo, un bebé búho sería lo mejor.
¡Esperando al hermanito!
Autor: Maritchu Seitún
Editorial: Grijalbo
Este libro pertenece a la colección “Cuentos para crecer”. Mediante la lectura compartida de estos libros, las situaciones vividas en casa podrán ser vistas con otra perspectiva, y de un modo ameno se generará un espacio de diálogo y juego, no con recomendaciones directas sobre lo que "hay que hacer", sino con ideas que cada familia podrá adaptar a su estilo.
Uno más
Autor: Olga Gonzalez
Editorial: Kalandraka
Mamá está gordita y el pequeño conejo recorre el bosque dando la buena noticia: ¡la familia crece! Pero, ¿cuándo nacerá? Mamá siempre responde: "Cuando ya no pueda verme los pies".