Aprender a leer y escribir es la base para un posterior desarrollo acedémico exitoso, difícilmente nuestro hijo podrá continuar su aprendizaje si no tiene bien afianzadas estas bases.

Sin duda, tú además quieres que comprenda lo que lee y que sepa expresar lo que desea comunicar por escrito porque sabes que dominar la lectoescritura afianza su autoestima, le abre las puertas al mundo del conocimiento y puede llenar de deliciosa compañía muchas horas de su vida, más allá de lo púramente académico.

Para lograr que el niño desarrolle estas capacidades, es fundamental el método que se utilice. Pero actualmente se sigue enseñando de forma mecánica partiendo de la copia repetitiva de trazos, letras y sílabas, en lugar de partir de la lectura de las imágenes de los cuentos, y del dibujo de sus propias historias.

Hay que permitir que el niño descubra que detrás de cada libro se esconden maravillosas historias que esperan ser desentrañadas. En seguida comprobará que las letras esconden relatos fascinantes y que se puede expresar dibujando cuentos, a los que añade los sonidos, sílabas, palabras y frases que va aprendiendo poco a poco.

 

Actividades para que tu hijo disfrute la lectura y la escritura

  • Selecciona cuentos con ilustraciones que le guste mirar y remirar.
  • Enséñale a buscar el cuento que elija y a dejarlo siempre en el mismo lugar.
  • Un día cuéntale un cuento. Otro día, enséñale a “leer” las imágenes de sus cuentos. Dile que se fije en todo lo que cuenta la ilustración en general y en cada uno de los detalles. Así practica la comprensión visual.
  • Establece con tu hijo un tiempo de lectura diaria. Cinco minutos son suficientes. Ya verás como enseguida quiere aumentar ese tiempo de disfrute.
  • Si ya sabe leer, pídele que lea en silencio, no en voz alta. La lectura silenciosa le ayuda a concentrarse mejor y a comprender lo que lee.
  • Pídele que haga un dibujo y que cuente lo que narra su dibujo. Fomentar el dibujo de cuentos es el principio de la escritura creativa.
  • En lugar de hacer caligrafía, ayúdale a ejercitar el movimiento de sus dedos realizando las actividades de la vida diaria: comer y vestirse solo, ocuparse de su higiene, del orden de sus juguetes... También le ayudan las manualidades: ensartar, cortar, punzar… y sobre todo, colorear.
  • En lugar de hacer copia proponle que invente dibujos a los que añada las vocales, sílabas, palabras o frases que va aprendiendo paulatinamente. Es mejor escribir poco, despacio y con sentido, que la copia repetitiva de trazos, letras y palabras fuera de un contexto significativo.
  • Enséñale a borrar. No le exijas que repita lo que le salió mal, perpetuando, en lugar de corregir, sus errores.
  • Divide un folio en cuatro partes y pídele que dibuje un cómic al que añada los signos y palabras que sea capaz de escribir.

Sol Vallet es la directora general de teach&team, desarrolladores y promotores del Método Leolandia de Maite Vallet, el país de los leones y las leonas, que se basa en el disfrute de cuentos, leídos y escritos, desde el inicio del aprendizaje del niño.

 

Nota extraída de www.serpadres.es